Es un juego brutal, para hombres al que las mujeres le han agarrado el valor de
jugarlo, en el que requiere sangre fresca en cada sacrificio del fin de semana
durante la temporada. Es la bizarría personificada, la cosa más cercana al
combate de gladiadores que una sociedad piadosa permite; es la imitación de una
guerra grave y terrible que inclusive cuenta con simpatía intelectual,
especialmente si se le observa desde una posición segura en las gradas.
La gente de fuera puede emocionarse con el espectáculo, pero los que no combaten nunca llegaran a saber realmente lo que este juego significa para aquellos que arriesgan sus huesos, su carne, su poder y dinamismo al jugarlo. Solo un participante que ha dejado un poco de su cuerpo en el campo puede entender su verdadera naturaleza y amarlo con pasión religiosa.
Orilla al heroísmo, glorifica la hombría y el coraje de las mujeres que lo juegan, desdeñándose abiertamente las debilidades; moretones púrpura y rodillas raspadas son tus condecoraciones militares. Se obedece a un código de honor que haría estremecer a un espartano, porque requiere de muchas otras cualidades, quien lo juega se siente amargamente ofendido cuando alguien califica de “salvajes” a sus participantes.
Este no es un deporte donde se tolere perder siquiera por un instante. Es un juego de promesas, juramentos y llantos de batallas severamente plasmados en las paredes de los vestidores; siempre se hace énfasis en ganar, a pesar de ese lema antiguo que dice “lo importante es competir “, porque no era sincero entonces y mucho menos ahora.
El Fútbol Americano es terriblemente voluble; el coach que hilvana victorias como cuentas de perlas es mimado por las multitudes, como un soberano oriental. Los perdedores…bueno, su efigie es colgada. ¡Así opera el código!
El Fútbol Americano puede ser jugado en cualquier época del año o en cualquier ambiente. El juego es el punto focal de un gran universo que crea su propia y especial atmósfera. Su masa produce nostalgia: debe haber un estadio lleno con las porristas animando sus tribunas: las mascotas, y los espectadores o estudiantes con sus trajes humorísticos deben estar presentes también.
¿Qué es el Fútbol Americano? No es un juego común; una ingeniosa mezcla lo hace singular. Es un juego que insiste en que su quarterback no sea solamente un gran atleta sino un genio también y que logre la jugada decisiva aunque la defensiva intente alguna maniobra pero no lo pueda despedazar.
Es un juego que intenta convencer al director de la escuela de que es un complejo de química nuclear; que, sin embargo, cuando es tercer down y pocas yardas por avanzar, la ciencia recibe una terrible vapuleada en el campo.
¿Qué es el Fútbol Americano? Es el espíritu de lucha, enfrentándose al furor salvaje, orgullo y tradición en cualquier categoría.
¿Qué es el Fútbol Americano? Es una nariz sangrante, una lágrima maternal y un escudo como insignia sobre la chamarra del equipo. Son semanas sin cigarrillos y sin fiestas; es el sacrificio porque eres un jugador y estas entrenando.
¿Qué es el Fútbol Americano? Es un ex – jugador con diez años de combate recién retirado, mostrando orgullosamente a un reportero donde solían estar sus meniscos. Es una atrapada con una sola mano, una tecleada espectacular, un gol de campo fallido, una patada de despeje titubeante….. una carrera de touchdown en el último minuto.
¿Qué es el Fútbol Americano? Es la imitación de un combate, una guerra de cien yardas, pero más que eso….. ¡Es prueba máxima de un hombre!
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