Animales Mexicanos
El lobo es un animal imponente, de hecho los antiguos mexicanos que se dedicaban a estudiar la flora y fauna que habita en México le llamaban Cuitlachtli o cuetlachtli, "animal que ataca", el nombre con que se conocía al lobo en lengua náhuatl.
Pero no le tenían miedo en su totalidad pues incluso hay estudios que marcan que varios pueblos llegaron a tener contacto con los lobos incluso los capturaban se dice que para que formaran parte de algún rito o sacrificio pues se le consideraba un animal especial. La afirmación anterior es resultado de una investigación en la zona de Teotihuacán denominada "Proyecto arqueológico Pirámide de la luna", que inició en 1998, dentro de la cual se encontraron una ofrenda data del s.III, que contenía restos de un hombre, armas, utensilios y diversos animales, entre los que se cuentan: una águila real, un halcón peregrino, un búho, una serpiente, dos pumas y un cánido.
Al principio se creyó que era un coyote, después de revisar los restos se concluyo que era un lobo joven de no más de 5 meses de edad, sobre todo por la dentadura. Además de este hallazgo, dos ofrendas más que se encontraron posteriormente incluían cráneos de lobo. en 2004 apareció una nueva ofrenda con varios cráneos más de lobo.
El hallazgo de los huesos deja constancia que se trata de lobos las pinturas encontradas dentro de diverso recintos en Teotihuacán, así como en cerámicas. Se le reconoce por su aspecto, por su expresión fiera o porque aparecen en grupo, como manada. Hay lobos y hombres disfrazados de lobos. A veces junto al hocico del lobo se colocaba la imagen de un corazón sangrante. Lo anterior muestra que el animal era símbolo de la guerra y que milicia teotihuacana lo tenía como "animal insignia".
En el Códice Florentino Sahagún relata que en el mes de Tlacaxipehualiztli varios cautivos eran sacrificados en batallas simuladas y el sacerdote del evento era el cuitlachueue (cuetlachtli viejo) y que vestía una piel de lobo. También menciona que parte de los tributos de grupos del norte del valle incluían pieles de lobo, con las cuales se fabricaban vestidos y sillas para los gobernantes. Así mismo menciona que la Quauhquiaoac, la puerta por la que entró Hernán Cortés a México-Tenochtitlán tenía un águila, un jaguar y un lobo labrados en piedra.
Por su parte Fray Diego Durán menciona que los ejércitos mexicanos, además de los "caballeros águila y tigre", existía la orden de los "caballeros pardos", los cuales tenían como símbolo distintivo al lobo. También el Códice de la Cruz-Badiano menciona que se untaba hiel (bilis) de lobo y otros animales en el cuerpo de individuos que sufrían de agotamiento y que una persona próxima a morir se le punzaba el pecho con un hueso de lobo para ver si reaccionaba.
Estos textos muestran la importancia del lobo en para las culturas prehispánicas: era animal de sacrificio, estaba vinculado con la realeza y el poder y era símbolo de la guerra.
Los textos también dejan claro que se capturaban lobeznos y se mantenían cautivos hasta el momento de usarlos, se usaban también como semental para obtener los llamados "loberros" híbridos de lobo y perro que también se conseguían al dejar una perra en celo en el monte en una zona de donde no podía salir hasta que llegaba un lobo macho y la preñaba. Las camadas resultantes se tenían en gran estima pues portaban la sangre de un padre poderoso en un cuerpo manejable. Restos de éstos animales de han encontrado por ejemplo en el Templo de Quetzalcóatl en Teotihuacán o en el Templo Mayor de México-Tenochtitlán.
FUENTE: ¿Cómo ves? Revista de divulgación científica de la UNAM
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